El Barcelona 23-24 se estrenó en Los Ángeles con derrota (5-3) frente a un Arsenal más rodado (en diez días disputará la Community Shield ante el Manchester y que evidenció la necesidad de mejorar físicamente.
Xavi, que apostó por dos equipos totalmente distintos, se presentó con un sistema 4-3-3 tanto en la primera como en la segunda mitad, dando la sensación de seguir en la búsqueda de un equipo tipo y sin que sus nuevos jugadores mostrasen el potencial que se les adivina.
Debutaron en el primer once de Xavi Ilkay Gundogan, situado de volante, y Oriol Romeu en la posición del histórico mediocentro Busquets, pero tan destacada fue la presencia de Abde en el extremo izquierdo como la de Sergiño Dest en el lateral derecho. Más aún la del estadounidense, teórico descarte y que de entrada ocupó la plaza que parecía señalada para Sergi Roberto o Koundé, quienes aparecerían tras el descanso.
Le costó un mundo al Barça hacerse notar. En un duelo muy intenso (25 faltas y 4 amonestaciones en la primera mitad), la presión adelantada y en ocasiones asfixiante del Arsenal llegó a agobiarle mucho, evitó que Romeu liderase la salida de balón como habría deseado y desconectó a un Gundogan que apenas si pudo mostrar la capacidad de liderazgo que se le adivina. La mejor cara de este equipo vestido de blanco por primera vez en los últimos 44 años la personalizó Abde, tan revoltoso como atrevido por la banda izquierda y que protagonizó la jugada del primer gol, antes de llegarse a los diez minutos con una excelente internada cuyo centro raso remató Raphinha al cuerpo de Ramsey y sirvió para que Lewandowski rematase a placer.
El gol no le dio empaque al equipo de Xavi, agobiado e incapaz de sacar con acierto el balón desde su campo y que pronto se vio sorprendido con el empate de Saka, aprovechando cinco minutos después del gol azulgrana un despiste defensivo que se fue repitiendo, de manera especialmente preocupante, en las bandas, donde tanto Dest como Marcos Alonso sufrieron ante las internadas rivales.
Araújo, siempre atento, evitó la remontada rechazando en el área pequeña una jugada envenenada y la fortuna, un penalti lanzado fuera por el mismo Saka, mantuvo en pie a duras penas al Barça, al que volvió a acompañar la suerte con el 1-2 logrado por Raphinha, de falta directa gracias al desvío de balón de Odegaard.
Con más dureza y menos ritmo del esperado, evidenciando el Arsenal una mayor puesta a punto física que el Barça, se llegó al descanso otra vez con empate, logrado por Havertz y quedando en evidencia el despiste de Dest ante Trossard, quien al poco de comenzar la segunda mitad resolvió la remontada gunner con un remate cruzado y raso, frente a la pasividad en el marcaje de Koundé.
PROBLEMAS
Koundé, tras el descanso, fue una de las novedades en el once que presentó Xavi, totalmente nuevo y que evidenció la necesidad de mejorar físicamente frente a un Arsenal más entonado.
Ingresó Kessié, cuya permanencia en el Barça está en duda, y también el joven Fermín, ambos como volantes junto a De Jong, mariscal sustituto de Romeu y que le dio algo más de movilidad al juego.
Balde, en el lateral zurdo, mejoró las prestaciones de Marcos Alonso… Pero globalmente el juego mantuvo un nivel por debajo de lo que se espera durante la temporada. Pudo empatar Dembélé con un remate al poste antes de que sentenciara la victoria gunner Trossard con un excelente remate que volvió a dejar en evidencia la lentitud de reflejos de la zaga azulgrana.
Ya entonces, en la parte final, volvió el poste a evitar un gol al disparo de Balde (el más destacado) y acabó por ver puerta Ferran Torres antes de que en el último minuto cerrase el partido Fabio Vieira con un golazo. El estreno de la equipación blanca no fue lo feliz que se esperaba para el Barça. Mucho por hacer en las dos próximas semanas hasta que comience la Liga… Y a tres días de un Clásico que, como siempre, tendrá poco de amistoso y sí será una prueba de fuego